19 oct 2009

ORÍGENES DEL HALLOWEEN

Los orígenes del Halloween se remontan a la antigua fiesta celta llamada Samhain (se pronuncia sowin).

Hace 2000 años, los celtas habitaban el área que hoy en día es Irlanda, Reino Unido y el norte de Francia. Ellos celebraban su año nuevo el 1 de noviembre. Este día marcaba el final del verano y el tiempo de cosechas, así como el comienzo de una época más oscura y fría: el invierno. Esta estación era asociada frecuentemente con la "muerte".

Los celtas creían que en la víspera de año nuevo, el velo entre el mundo de los vivos y el mundo de los muertos se hacía mucho más delgado, por lo que se creía que en la noche del 31 de octubre los espíritus desencarnados podían regresar a la tierra. Claro que, así como podrían aparecer espíritus buenos, también podrían regresar espíritus no deseados.

Los celtas aprovechaban este tiempo para comunicarse con ellos y hacer predicciones sobre el futuro.

Para conmemorar este evento, los druidas hacían enormes fogatas y la gente se reunía alrededor para ofrecer sacrificios a sus deidades.

Durante la fiesta, los celtas vestían disfraces, usualmente cabezas y pieles de animales.
Cuando los romanos conquistaron la mayor parte del territorio celta y lo habitaron (durante 400 años), dos de sus festivales se combinaron con la tradición original de Samhain. Estos festivales eran Feralia y Pomona.

Al pasar el tiempo, el cristianismo comenzó a difundirse por todas las tierras celtas. En el siglo Vll, en un afán por convertir a los paganos en cristianos, el papa nombra al 1 de noviembre como "Día de Todos los Santos" (All Saint's Day), un momento para honrar a los santos y mártires.

La nueva celebración fue también llamada "All-hallows" y por lo tanto, a la víspera de ella (el 31 de octubre) se le llamaba "All-hallows Eve", que en español significa "Víspera de Todos los Santos", de donde se deriva el nombre de "Halloween".

Ya mas adelante, en el año 1000, la iglesia decidio hacer un "All Soul's Day" (día de todas las almas), el día 2 de noviembre, para honrar a todos los muertos. Este era celebrado en forma muy similar al antiguo Samhain, con grandes fogatas, desfiles y disfraces de angeles, santos y demonios.

En conjunto, a las 3 celebraciones (La víspera de todos los santos, el día de todos los santos y el día de las almas) se les llamaba Hallowmas.