19 oct 2009

SAMHAIN

(31 de octubre - 1 de noviembre)

Entre los antiguos celtas, esta fiesta indica el final del verano y el comienzo del invierno. Samhain (se pronuncia sowin) significa "fin del verano", y es un momento muy importante, ya que los celtas dividían el año solo en 2 partes: invierno y verano.

Samhain era el fin del año viejo y el comienzo de un año nuevo: de hecho para los celtas el año se iniciaba con su parte fría y oscura, en la que la Antigua Madre reposaba bajo la nieve. Del mismo modo, para los celtas, el día se iniciaba con la noche y no con el alba, por lo que las fiestas célticas comenzaban al ponerse el sol el día anterior.

En la tradición celta, el día que marcaba el fin de una estación y el comienzo de otra, no era parte de ninguna de las dos, por lo que no era definida como pasado ni futuro, sino como un “tiempo más allá del tiempo” durante el cual era posible, si estaban preparados, entrar al Otro Mundo. Del mismo modo, era posible que los seres mágicos y los espíritus entraran a nuestro mundo.

Se cuenta que en esta noche, las muchachas del pueblo grababan en avellanas el nombre de los hombres que todavía eran solteros y luego las tiraban al fuego; la avellana que saltaba fuera de las llamas indicaba a cada muchacha cual iba a ser el futuro esposo.

La fiesta de Samhain fue cristianizada como “Todos los Santos” por el papa Gregorio IV en el año de 834.